Fatshimetrie fue testigo de un acontecimiento histórico el fin de semana pasado: Kinshasa obtuvo un nuevo juicio contra Kigali en la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP) en Arusha, Tanzania. Esta decisión, anunciada por el Viceministro de Justicia y Litigios Internacionales, Samuel Mbemba, durante una conferencia de prensa en Kinshasa, es de capital importancia para la República Democrática del Congo.
Según Samuel Mbemba, este juicio que comenzará el 12 de febrero de 2025 representa un importante paso adelante en la lucha por la justicia y el reconocimiento de los abusos cometidos contra la República Democrática del Congo. Señala que a pesar de décadas de agresión, saqueos y violencia perpetrados por Ruanda, aún no se ha emprendido ninguna acción legal de esta magnitud. Este nuevo juicio ante la CADHP marca un punto de inflexión en las relaciones entre los dos países y refuerza el compromiso de la República Democrática del Congo de hacer valer sus derechos en el escenario internacional.
Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones emprendidas por el Gobierno congoleño para denunciar los abusos y violaciones de derechos humanos cometidos en su territorio. En septiembre pasado, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Oriental (EAC) abrió una investigación sobre los presuntos actos atroces cometidos por Ruanda en la República Democrática del Congo, confirmando la determinación de la República Democrática del Congo de obtener justicia para las víctimas de estas violaciones.
La movilización del Viceministro de Justicia en la CADHP y la defensa de la delegación congoleña en Arusha demuestran el deseo de la República Democrática del Congo de perseguir a los responsables de estos actos y reconocer el sufrimiento que sufre su población. Este enfoque es parte del marco más amplio de la campaña nacional “CPI, Justicia para la República Democrática del Congo” lanzada por el gobierno, destinada a obtener reparación y reparación por los crímenes cometidos en el país.
Así, el nuevo juicio ante la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos representa un paso crucial en la lucha de la República Democrática del Congo por la verdad, la justicia y la reparación. Encarna la determinación del país de hacer oír su voz y poner fin a la impunidad de los responsables de estos crímenes atroces. Al llevar este asunto al escenario internacional, la República Democrática del Congo está enviando un mensaje contundente: se deben respetar los derechos de las personas y se debe castigar cualquier violación.