En noticias recientes, ha tenido lugar un acontecimiento trascendental en el estado de Rivers, Nigeria: la muerte de Nkem ThankGod, un notorio criminal y líder de una secta. ThankGod, de 42 años y conocido como 2man, fue responsable de una serie de crímenes violentos, incluido el asesinato de varios policías, civiles y líderes juveniles, así como de numerosos secuestros y ataques a infraestructuras petroleras.
Originario de Ogbologbolo, en el gobierno local de Ahoada West, ThankGod estaba en la lista de la policía de los criminales más buscados desde 2021. Sus actividades criminales abarcaron las áreas de Ahoada East y West, donde dirigió el violento grupo de culto groenlandés. El comisionado de policía del estado de Rivers, Mustapha Mohammed, confirmó que el terror infundido por el sospechoso terminó durante una operación dirigida por los servicios de inteligencia el jueves 5 de diciembre de 2024, cuando intentó secuestrar a una nueva víctima en Ahoada East.
Aunque ThankGod fue neutralizado, los miembros de su pandilla lograron escapar heridos y se están realizando esfuerzos para detenerlos. Según la policía, las actividades criminales de ThankGod incluyeron el asesinato de dos agentes de policía y varios civiles, incluidos el marido y la mujer Rex Kiriki y la Sra. Abigail Victor. También estuvo involucrado en el asesinato de dos empleados de Shell en Ahoada West, así como en una serie de secuestros, extorsiones para pedir rescate y robos de automóviles. Además, era conocido por sus frecuentes ataques al gobierno y a instalaciones petroleras.
Este evento resalta una vez más la necesidad de una lucha feroz contra el crimen y las actividades de los grupos de culto violentos que azotan la región. La cooperación entre las fuerzas del orden, los servicios de inteligencia y la población local es esencial para garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos. La muerte de Nkem ThankGod, si bien es necesaria para poner fin a sus atrocidades, también plantea interrogantes sobre las profundas raíces de la violencia y el crimen que persisten en algunas partes de Nigeria.
Ahora es urgente fortalecer las medidas de seguridad, mejorar las condiciones de vida de las poblaciones locales y promover iniciativas de prevención y rehabilitación para combatir eficazmente el crimen y el extremismo. Sólo un esfuerzo concertado y un enfoque holístico resolverán estos problemas y garantizarán un futuro pacífico y próspero para todos.