El caso de despojo del control de la Compañía Nacional de Electricidad (SNEL) Región Sud en Kasumbalesa suscita grandes preocupaciones en relación con la protección de infraestructuras vitales y bienes públicos. La situación denunciada por el director de la región Sur de SNEL, Jean-Marie Mutombo, pone de relieve los problemas relacionados con la ocupación irregular de terrenos situados bajo la línea 220 KV L80 HT, afectando así al buen funcionamiento de las actividades públicas de la empresa.
El descenso realizado por Jean-Marie Mutombo en Kasumbalesa reveló la presencia de construcciones anárquicas bajo la influencia del SNEL, que ponía en peligro la seguridad de las instalaciones eléctricas y provocaba repetidos tropezones. Ante esta situación, es imperativo que las autoridades locales y nacionales brinden apoyo a SNEL para restablecer sus derechos y garantizar la continuidad del servicio energético en la región.
La voluntad manifestada por la dirección de SNEL de recuperar sus terrenos y hacer cumplir la legalidad debe ir acompañada de medidas concretas, en particular la demolición de construcciones ilegales y el procesamiento de los responsables ante los tribunales. Es fundamental que los expoliadores comprendan la importancia de respetar los límites establecidos por SNEL para garantizar la seguridad de las infraestructuras y la estabilidad de la red eléctrica.
Al pedir a los infractores que actúen voluntariamente para desmantelar las construcciones ilegales, SNEL subraya la urgencia de esta situación y la necesidad de una respuesta rápida y eficaz. Como empresa pública al servicio de la población, SNEL no puede tolerar este tipo de intrusiones que comprometan su misión fundamental de garantizar el suministro de electricidad de forma segura y fiable.
Por tanto, es fundamental que las autoridades competentes adopten las medidas necesarias para poner fin a este expolio y garantizar el respeto al dominio público. La protección de infraestructuras estratégicas como las de SNEL es una prioridad para garantizar el desarrollo sostenible y el bienestar de la comunidad. Una acción coordinada y decidida es fundamental para preservar la integridad de las instalaciones eléctricas y garantizar un suministro energético estable para todos.