Optimizar la conservación del medio ambiente y la prosperidad local en la República Democrática del Congo

En la provincia de Tshopo, en la República Democrática del Congo, una iniciativa innovadora llamada Programa para el Desarrollo de Sabanas y Bosques Degradados (PSFD) está trabajando para enfrentar un doble desafío: conservar los ecosistemas y al mismo tiempo impulsar la economía local. Al frente de este proyecto, Willy Makiadi Mbunzu, coordinador nacional del PSFD, le da nueva vida centrándose en alianzas productivas. Estos últimos, al reunir a organizaciones campesinas y empresarios agrícolas, están reinventando las relaciones de cooperación y dependencia entre estos actores clave del desarrollo rural.

Las alianzas productivas (AP) constituyen así un mecanismo innovador donde los agricultores agrupados en cooperativas se benefician de apoyo técnico y financiero para sus actividades productivas, mientras los empresarios se comprometen a asegurar el procesamiento y comercialización de los productos resultantes de estas explotaciones. Un modelo atípico, financiado con 15 millones de dólares por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), que exige la participación financiera de los beneficiarios para reforzar su compromiso y su autonomía.

En dos años y medio, se restauraron 3.500 hectáreas de tierras degradadas mediante la adopción de prácticas agroforestales y agroecológicas. Los testimonios de los beneficiarios, como Élysée Angbongi, un agricultor de 38 años, ponen de relieve la transformación llevada a cabo por el PSFD. De la agricultura de subsistencia asistimos al surgimiento de una organización estructurada que mejora los rendimientos de las operaciones agrícolas. A través de la promoción de los estándares OHADA y la transformación de campos en cooperativas, el programa tiene como objetivo garantizar la rentabilidad económica a largo plazo preservando al mismo tiempo el medio ambiente.

En la provincia de Tshopo ya han surgido 26 alianzas productivas y en Kwilu se desarrollan proyectos similares. Estas iniciativas integran cultivos alimentarios como el maíz con cultivos perennes (cacao, café, palma aceitera) para garantizar ingresos regulares a los productores y al mismo tiempo preservar la fertilidad del suelo. Por ejemplo, el maíz ayuda a garantizar los ingresos de los agricultores mientras esperan que las plantaciones de cacao alcancen la madurez.

Más allá del aspecto técnico, las alianzas productivas alientan el manejo sustentable de los recursos forestales, esencial para contrarrestar la deforestación que amenaza la biodiversidad en la región. El objetivo es disuadir el cambio de prácticas agrícolas que empobrecen los suelos y degradan los bosques, promoviendo una transición hacia modelos agrícolas más sostenibles. Un componente de formación continua y de integración de los agricultores en un sistema económico más estructurado apoya esta transición hacia una agricultura más responsable..

Al mismo tiempo, el PSFD está trabajando para fortalecer las capacidades institucionales locales y promover mecanismos de financiación adecuados, como los créditos agrícolas, que aún están poco desarrollados en la República Democrática del Congo. El impacto positivo del programa, tanto económica como ambientalmente, ya está animando a considerar su extensión a otras regiones del país.

Este modelo de alianzas productivas en la República Democrática del Congo allana el camino para una combinación exitosa de conservación ambiental y desarrollo económico local, al tiempo que satisface las necesidades urgentes de las comunidades rurales. Un enfoque innovador y pragmático que, si se generaliza, podría inspirar a otros países centroafricanos a adoptar prácticas agrícolas sostenibles y promover una economía rural próspera y respetuosa con el medio ambiente.

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