** Consultas políticas en la RDC: ¿hacia un sindicato o una ilusión? **
El 24 de marzo de 2025, el panorama político de la República Democrática del Congo (RDC) estuvo marcado por el inicio de las consultas políticas iniciadas por el Jefe de Estado, Félix Tshisekedi, con el fin de establecer un gobierno de unidad nacional. A primera vista, este enfoque puede parecer un avance hacia la resolución de una crisis de seguridad cada vez más apremiante, especialmente en el este del país. Sin embargo, este proceso plantea preguntas fundamentales sobre su efectividad, su inclusión y su legitimidad.
### Un contexto de crisis
La RDC está pasando por una crisis de seguridad agravada, con violencia persistente de grupos armados que comprometen la estabilidad y la unidad del país. En este contexto, la idea de unir fuerzas políticas (mayoría, oposición, sociedad civil y personalidades independientes) para enfrentar esta delicada situación parece positiva a priori. La realidad es más compleja, sin embargo, los llamados a un diálogo inclusivo y verdadero que se intensifica en las filas de la oposición.
Los críticos argumentan que las consultas actuales, populares entre el concejal especial del Jefe de Estado, Désiré-Casimir Eberande, parecen ser más un mecanismo de validación del poder que un deseo real de abordar y resolver los problemas estructurales que no marcaron en el país. La brecha entre el impulso de la iniciativa presidencial y la percepción de que ciertos actores políticos han planteado preguntas no solo sobre la estrategia adoptada, sino también en el futuro político de la RDC.
### Boicot de consultas: ¿Un grito del corazón o una estrategia táctica?
El boicot anunciado por varios partidos de oposición, incluido el grupo «avanzado», resuena como una fuerte señal de desacuerdo y desconfianza de las intenciones del presidente Tshisekedi. Según Emmanuel Mukundi, diputado y ejecutivo de la reagrupación, este enfoque no es la panacea y no cumple con las expectativas reales de los congoleños. Un diálogo inclusivo, propuesto por figuras religiosas influyentes como los obispos de Cenco, sería más apropiado para tratar las diferencias y construir una paz duradera.
Estadísticamente hablando, la historia de la RDC está marcada por los gobiernos sindicales llamados que no han unido efectivamente a las diferentes comunidades y opiniones políticas. Ejemplos como el Acuerdo de Pretoria en 2002, que se suponía que establecía una paz sostenible, ilustran el problema de la unidad en un país donde las opiniones políticas están extremadamente polarizadas. Por lo tanto, este nuevo llamado a una unión de sindicato podría sorprender a aquellos que ya han perdido la fe en la capacidad de las alianzas políticas para hacer cambios significativos..
### a un diálogo real inclusivo
Para que las consultas políticas se limiten a un simple espectador, es esencial que todos los interesados, incluidos los actores de la oposición y la sociedad civil, estén realmente involucradas desde el principio. Alphonse Maindo, profesor de ciencias políticas, subraya que la profundidad del diálogo es crucial. El fracaso de los diálogos anteriores en el país a menudo se ha atribuido a la falta de adhesión a las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos.
En una sociedad donde la desconfianza de las instituciones es omnipresente, es la naturaleza esencial de un diálogo auténtico y transparente que potencialmente puede conducir a cambios significativos. La sociedad civil, comprometida y movilizada, podría desempeñar un papel clave en este nivel. Los acuerdos de paz que han tenido éxito en otras partes del mundo, como los de Sudáfrica o en Costa Rica, ilustran cómo la inclusión de voces marginadas puede ayudar a establecer una paz duradera.
### Conclusión: un cambio sobresaliente
El actual proceso de consulta política en la RDC es un reflejo de la compleja dinámica que caracteriza el panorama político congoleño. Si bien se proclama el credo de la unidad, es tan crucial permanecer vigilante frente a los desafíos de la legitimidad y la inclusión.
La aparición de un gobierno de unidad nacional en la RDC podría representar un paso positivo, pero solo si la voluntad política de construir un consenso real e iniciar un diálogo real se manifiesta. Por el momento, el camino hacia la paz parece estar pavimentado con incertidumbre, y la medida real del éxito de estas conversaciones residirá en su capacidad para trascender divisiones históricas y participar realmente en todas las partes.
En esta búsqueda de estabilidad, el desafío sigue siendo importante, y solo aquellos que realmente creen que el diálogo inclusivo puede ofrecer un resultado duradero a la crisis encontrará la manera de hacer de estas consultas un catalizador para un cambio real y positivo en la República Democrática del Congo.