¿Por qué se ignora la mortalidad materna a pesar de una caída significativa desde 2000?


** Mortalidad materna: una mirada inesperada a una crisis silenciosa en el siglo XXI **

Cada dos minutos, en un rincón del mundo, una mujer pierde la vida debido a complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas muertes no solo son trágicas, sino que también revelan la inacción frente a una crisis persistente a menudo subestimada. Pero más allá de las cifras sorprendentes, esta realidad plantea preguntas fundamentales sobre la forma en que las sociedades, los gobiernos e incluso las personas perciben la salud materna.

### Mortalidad materna: un barómetro de salud global

Tradicionalmente, la mortalidad materna a menudo se considera un indicador de la calidad de la atención médica en un país. Las naciones donde el acceso a los servicios de salud de calidad está garantizado, generalmente rico y desarrollado, muestran tasas de mortalidad materna muy bajas. Por el contrario, en los países en desarrollo, en particular en el África subsahariana, donde se registran el 70 % de las muertes maternas, este mismo indicador refleja no solo las desigualdades económicas, sino también profundas desigualdades en el acceso a la educación, la nutrición y la salud.

En 2023, a pesar de una reducción de la mortalidad materna en un 40 % en comparación con el 2000, el progreso se estancó, paradójicamente obstaculizado por la retracción de la ayuda humanitaria. Este fenómeno recuerda la dependencia crítica de los servicios de salud en África y en otros lugares con respecto a la ayuda internacional, lo que lucha contra la mortalidad materna no solo una cuestión de los recursos financieros, sino también de la voluntad política a largo plazo.

### Salud reproductiva: ¿descuidado u olvidado?

El informe subraya una realidad alarmante: los derechos reproductivos de las mujeres se ven comprometidos en muchos contextos, no solo empañaron su salud, sino también su autonomía. Malcolm Gladwell, en su trabajo sobre «vigilantes», sostiene que para iniciar un cambio real, a menudo es necesario despertar las conciencias en torno a los problemas considerados banales, o incluso invisibles.

Las mujeres, a menudo consideradas como víctimas que quedan, son en realidad agentes de cambio en sus comunidades. Invertir en su salud y sus derechos reproductivos podría influir positivamente en la estructura social en su conjunto. Sin embargo, los recortes en ayuda internacional, en particular los que están en programas de salud reproductivos y maternos, devuelven esta inversión al estado de una simple buena intención.

## Comparaciones internacionales: un espejo distorsionante

Si tomamos el ejemplo de los Estados Unidos, donde la tasa de mortalidad materna ha aumentado en un 38 % desde 2000, esto plantea preguntas fundamentales sobre cómo incluso las naciones desarrolladas pueden fallar a sus mujeres. En ausencia de acceso universal al aborto en los derechos reproductivos, ¿cuáles son las perspectivas de las mujeres? En este contexto, se puede hacer un paralelo con Francia, donde la mortalidad materna es notablemente baja en comparación. Este contraste destaca no solo la importancia del acceso a la atención prenatal de calidad, sino también su integración en un enfoque más amplio de los derechos reproductivos garantizados por la ley.

### Impacto de las crisis mundiales: una lección a aprender

La pandemia de Covid-19 actuó como revelador. Al desviar la atención y los recursos de los sistemas de salud, exacerbó una situación ya precaria. Con alrededor de 40,000 muertes maternas adicionales post-cavidas, el informe pone en duda la resistencia de los sistemas de salud en todo el mundo. En un momento en que las crisis de salud se multiplican, es crucial considerar la salud materna como un aspecto clave de la respuesta a las crisis globales, y no como un accesorio secundario.

### La forma de seguir: soluciones integradas e inclusivas

Para superar este estancamiento del progreso contra la mortalidad materna, es responsabilidad de los gobiernos y agencias internacionales integrar la salud materna en un enfoque sistémico que incluye educación, empoderamiento económico y apoyo comunitario. Hablar sobre la mortalidad materna en el contexto de los derechos humanos y la igualdad de género podría transformar este problema en una prioridad global.

Desde un punto de vista individual, también es crucial que las mujeres estén a la vanguardia del desarrollo de políticas sobre ellas. Esto implica no solo la invitación a las conferencias globales, sino también la promoción de líderes locales que pueden hacer que su voz se escuche.

### Conclusión: un llamado a la acción colectiva

El informe de quién destaca una crisis que va más allá de las fronteras nacionales, los colores de la piel y los niveles de ingresos. El imperativo de actuar no debe subestimarse: para cada mujer perdida, es una comunidad que sufre. Como empresa, es nuestro deber garantizar que cada embarazo se viva de manera segura y que cada mujer tenga acceso a la atención que necesita desesperadamente. Y mientras esta realidad permanezca, la lucha contra la mortalidad materna no es solo una cuestión de salud pública, sino que también debe convertirse en un círculo virtuoso que conduce a una transformación social real.

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