En un mundo donde la convivencia entre humanos y animales es a veces cuestionable, la regulación de los animales y perros peligrosos adquiere una importancia capital para garantizar la seguridad y el bienestar de la sociedad. La Ley número 29 del año 2023, destinada a regular la tenencia de estos animales, plantea interrogantes en cuanto a su aplicación práctica, poniendo de relieve una cuestión crucial para la paz pública.
Cuando se promulga una ley pero sus decretos de aplicación tardan en emitirse, se pone en tela de juicio todo el alcance y la eficacia de la ley. Las críticas del Comité de Gobierno Local de la Cámara de Representantes ponen de relieve una preocupación legítima sobre el cumplimiento de los plazos establecidos para poner en funcionamiento un marco regulatorio tan importante. El presidente del comité, Ahmed al-Sajini, señala con razón la necesidad de una aplicación rápida y eficaz de esta ley para evitar cualquier riesgo potencial derivado de la posesión de animales peligrosos no regulados.
La necesidad de obtener una licencia oficial para la tenencia de animales, los requisitos para el registro e identificación de los perros, así como las medidas de control que deben observarse cuando estos animales estén presentes en lugares públicos, demuestran la voluntad del legislador de garantizar un entorno seguro. Para todos los ciudadanos. De hecho, poseer animales sin licencia oficial no sólo puede poner en peligro a la sociedad, sino también comprometer el bienestar de los propios animales en caso de malas condiciones de cría o negligencia por parte de sus propietarios.
La creación de registros electrónicos o en papel para registrar a los perros con licencia, la exigencia a los propietarios de utilizar bozal y collar adecuado al sacar al animal de su hábitat y la necesidad de vigilar de cerca a los animales para evitar cualquier incidente, son medidas encaminadas a garantizando una convivencia armoniosa entre el hombre y su fiel compañero de cuatro patas. La identificación mediante medios tecnológicos modernos representa un paso hacia una gestión más eficiente y segura de la tenencia de animales.
En definitiva, la Ley nº 29 de 2023 sobre regulación de animales y perros peligrosos no debe quedar en letra muerta. Su aplicación rigurosa y eficaz es esencial para promover la seguridad de todos los ciudadanos y garantizar el bienestar de los animales, promoviendo al mismo tiempo la coexistencia pacífica entre el hombre y sus compañeros de cuatro patas. Corresponde a las autoridades competentes aplicar los decretos de aplicación necesarios en los plazos establecidos, para que la legislación adoptada sea realmente beneficiosa para el conjunto de la sociedad.